Acuíferos de la Sierra de Segura: ¿objetivo de la C.H. Guadalquivir para futuros pozos de sequía?

El BOE publica un acuerdo de investigación con la Universidad de Málaga para delimitar una “reserva estratégica para situaciones de sequía”.

^{Pozo de sequía en funcionamiento, en la cuenca del Segura}

Cuando no te dan por un lado, te dan por el otro. De esta manera se podría describir la situación de amenaza constante que vive la Sierra de Segura, como último rincón del Sureste de la Península Ibérica con los acuíferos en buen estado. Y es que la golosina es demasiado tentadora como para que unos y otros -da igual si vertiente mediterránea o atlántica, da igual si Murcia, Albacete o Jaén- la dejen tranquila.

El pasado 2 de noviembre abrió todos los noticiarios la dramática situación de la cuenca del Guadalquivir, río cuya Confederación Hidrográfica acordó solicitar formalmente la declaración de “sequía extraordinaria” al Consejo de Ministros. Una solicitud de declaración de sequía que, como ya viene siendo costumbre por estos lares, poco tiene que ver con la presunta falta de pluviometría: los índices de sequía (que describen cuánto ha llovido) apuntan a una situación de total normalidad; sin embargo, y a pesar de las lluvias, los embalses se encuentran prácticamente vacíos tras años regando por encima de sus posibilidades –especialmente por el imparable crecimiento del olivar de regadío-.
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^{Pese a la solicitud de declaración de “sequía extraordinaria”, el índice de sequía apunta a que la pluviometría en la cuenca del Guadalquivir se encuentra en situación de normalidad. Fuente: C.H.Guadalquivir}

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Una de las consecuencias de la solicitada declaración de “sequía extraordinaria” es que, como ya hemos explicado en otras ocasiones, permite a los organismos de cuenca llevar a cabo obras de emergencia -como la perforación de pozos de sequía- sin la pertinente evaluación ambiental y mediante expropiación “exprés”. Cosa que hemos sufrido en la cuenca del Segura -siendo la causa por la que se creó la Plataforma en Defensa de las Fuentes-, pero por ejemplo también en el Alto Almanzora hace un par de años.
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La búsqueda de recursos extraordinarios en la Sierra de Segura

Dentro de este contexto, de esta pretensión de la C.H. Guadalquivir de obtener una declaración formal de “sequía extraordinaria”, nos resultó extremadamente llamativa la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de un convenio de investigación suscrito entre el organismo de cuenca y la Universidad de Málaga, entre cuyos objetivos destaca “la caracterización hidrogeológica y evaluación de recursos hídricos subterráneos de la Sierra de Segura (Provincias de Jaén y Granada) para su potencial implementación como reserva estratégica de agua en la cabecera de la cuenca del Río Guadalquivir”.

Más específicamente, en su anexo técnico podemos leer que “la zona de estudio contemplada en esta propuesta corresponde, a grandes rasgos, al conjunto de afloramientos carbonáticos que conforman los relieves alineados según la dirección NE-SO de las sierras de Almorchón y Las Palomas, los Campos de Hernán Perea, las sierras de la Cabrilla y Castril y Sierra Seca (provincias de Jaén y Granada), dentro de las demarcaciones hidrográficas de los ríos Segura y Guadalquivir”. Es decir, las conocidas como “masas de agua subterránea (M.A.S.b) denominadas «Quesada-Castril» (código ES050MSBT000050200), «Segura-Madera-Tus» (ES070MSBT000000015), «Fuente Segura-Fuensanta» (ES070MSBT000000016), «Acuíferos Inferiores de la Sierra de Segura» (ES070MSBT000000017) y «Machada» (ES070MSBT000000018)”.

Los trabajos, que parecen haberse iniciado ya con la recopilación de antecedentes, están presupuestados en apenas 50.000 euros y se desarrollarán hasta el año 2023. Como resultado de los mismos se espera una mejor delimitación de los flujos de agua subterráneos entre las cuencas del Segura y del Guadalquivir “particularmente entre los Campos de Hernán Perea y los manantiales que drenan hacia cauces situados en las cuencas hidrográficas de los ríos Segura y Guadalquivir”, la determinación del balance hidrogeológico a fin de cuantificar “los recursos hídricos subterráneos drenados hacia la Demarcación Hidrográfica del Guadalquivir”, y finalmente establecer “diferentes recomendaciones de gestión de los recursos hídricos subterráneos existentes en la parte meridional de la Sierra de Segura, que sirvan de base para una futura propuesta de explotación de todo el sistema”.

Pese al lenguaje marcadamente técnico utilizado, parece bastante clara la intención de la Confederación Hidrográfica de encontrar en la cabecera del río Guadalquivir (en pleno Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas) un agua con la que seguir alimentando el despilfarro que se produce desde el embalse del Tranco para abajo. Un agua que bajaría igualmente -de forma natural- con el paso de los años, pero que se quiere gastar toda ahora (a corto plazo) aunque eso suponga que en el futuro vaya a bajar menos caudal por el Guadalquivir. ¡Lo importante es cuadrar las cuentas anuales y ganar las siguientes elecciones!

Depende de nosotros, vecinos y vecinas de la Sierra de Segura, y por encima de fronteras administrativas que nos dividen (Murcia, Albacete, Jaén y Granada), el dejar clarísimo a las Confederaciones Hidrográficas del Segura y del Guadalquivir que no toleraremos que utilicen nuestros acuíferos para arreglar la mala gestión que hacen con sus desembalses excesivos.

¡No toleraremos ni un pozo de sequía más!
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